Tengo una infoxicación que no me entero

Te propongo una cosa, ¿sabes lo que es el 'adsl'? Seguro que alguna idea se te viene a la cabeza y lo asocias directamente con 'internet' o 'tener internet en casa'. Pues bien, a no ser que seas un poco friki de la tecnología, no sé si sabrías darme más información al respecto; pero si tuvieras que documentarte al respecto, estoy bastante seguro que acudirías a algún buscador de internet... quizás un tal Google. Y de entre los más de 59 millones de resultados que ofrece la búsqueda, lo primero que  encuentras serán ofertas de distintos operadores, hasta encontrar artículos útiles para tu documentación. La cifra de resultados es abrumadora y de eso voy a hablar un poco hoy: de la sobreinformación o infoxicación.

¿Te parecen pocos resultados?

Quizás no sea el mejor ejemplo del mundo el que usado anteriormente, pero el objetivo era intentar concretar en el exceso de información disponible en internet, y el mero hecho de que incluso los buscadores no tienen por qué ofrecer los resultados que estás buscando a la primera y uno debe indagar hasta encontrar lo que está buscando. Este es uno de los efectos del avance de la tecnología de la información, y es precisamente la sobrecarga de información que sufrimos, sin necesidad de hacer ninguna búsqueda en concreto, sino que directamente nos vemos expuestos a esta cantidad ingente de información en nuestro día a día.

¿Información tóxica?

Una de las fuentes principales de información a las que acudir para informarnos sobre un tema suele ser Wikipedia, pero no es raro que la información que contenga nos resulte insuficiente, o puede incluso ser errónea.

La infoxicación no es exactamente esto, es decir, información errónea, que también, sino que más bien hace referencia a lo que comentaba al principio del artículo, y es la enorme cantidad de información disponible gracias a Internet y las dificultades asociadas a un volumen tan alto, como por ejemplo su gestión. Actualmente, estos volúmenes son tan altos que resulta difícil estar informado de forma exclusiva con información que nos sea de utilidad, por ejemplo, para la toma de decisiones. Por ello debemos aprender a filtrar y seleccionar correctamente las fuentes de información que nos ayuden a estar informados y a tomar decisiones.

Sobreinformación: ¿de quién me fío?

Ahora te propongo otro reto: quieres comprar un nuevo modelo de móvil, pero no sabes cual escoger. Busca ese modelo en un buscador junto a términos como: opiniones, comparativa, pros y contras, etc. Casi con total seguridad encuentres tal cantidad de información que tras un primer vistazo no seas capaz de decidirte en tu compra y lo que es peor, puede que ahora incluso tengas más dudas que al principio.

"¡Maldita la hora en la que me puse a buscar información!"
"¡Ahora estoy aun más perdido que al principio!"

Bienvenido a la infoxicación o sobrecarga de información.

Acuñando un nuevo término: Infoxicación

Creo que a estas alturas debes tener una idea más o menos clara acerca de la infoxicación, pero aún así, siempre puedes recurrir a algunas de las fuentes mencionadas anteriormente para saber más. Te lo pongo fácil: infoxicación. Eso sí, lo mejor siempre es ir a la fuente original.

Entonces, ¿para qué usar la wikipedia cuando puedes recurrir directamente al creador del término? Alfons Cornella nos explica en su web el origen del término, sus efectos, o la propensión a ser infoxicados. Se compone de información e intoxicación. Y aunque antes, he intentando utiilizar unos ejemplos para contextualizar el tema y facilitar la comprensión, en realidad tiene un significado más amplio, y que como el propio Alfons dice:

"Recibir centenares de informaciones cada día, a las que no puedes dedicar tiempo. Es no poder profundizar en nada, y saltar de una cosa a la otra."

Desde entonces, el término ha ido expandiéndose e incrementado su uso. Es más, relacionado con el ejemplo anterior del exceso de información y la toma de decisiones se han llegado a hacer anuncios de televisión por una conocida marca de coches tal y como muestra el siguiente vídeo.

¿Infoxicación? ¿Qué tiene que ver eso conmigo?

En el mundo actual, en el que el acceso a internet y a la información es algo cada vez más generalizado, todos estamos expuestos a esa sobreinformación (bueno, y no solo gracias a internet, sino a otros medios de comunicación). Desde el entorno laboral al personal, la infoxicación puede afectar al rendimiento personal, ya que el volumen de información a procesar es superior a la capacidad de tratamiento, y lo que es más habitual es información innecesaria para el desempeño de nuestras tareas. Esto conlleva un aumento considerable del tiempo requerido, lo cual está inherentemente asociado al rendimiento de la persona. Por ello es necesario, "protegernos" de esta sobrecarga de información.

¿Cómo podríamos conseguir una mejora en nuestra productividad personal?

Tipos de información después del filtrado

Según el propio Cornella el objetivo es tener un filtro que permita distinguir entre tres tipos de información: información fatal, información interesante e información útil. Las describe como: la información que es absolutamente innecesaria, aquella que en alguna ocasión podría resultar útil, y la que efectivamente estamos buscando; respectivamente.

Una vez que seamos capaces de diferenciar esto, ya tendremos hecho parte del camino contra la infoxicación, o al menos lo habremos comenzado. Sin embargo, sucederá que de primeras, consideraremos que toda la información es útil, pero entonces estaremos de nuevo en el punto de partida. Hemos de concretar los temas acerca de los cuales uno quiere estar informados, pueden ser él número que deseemos, pero debe ser concreto y no muy grande. Cinco temas es un buen número tal y como explica Alfons, en su documento "Sobrevivir a la infoxicación". Teniendo esto claro, sí que esteramos encaminados a nuestro objetivo: "no estar infoxicados".

Si quieres saber más sobre este tema puedes consultar:

• Web de Alfons Cornella
• Papeles de inteligencia: "Qué es la infoxicación"
• Infonomía